En el corazón de París, dentro del refinado Palazzo Armani sobre la Rue François Ier, Giorgio Armani presentó el 8 de julio su colección haute couture para el otoño-invierno 2025-2026. Bajo el título “Noir Séduisant”, el desfile exploró el negro como un idioma visual cargado de elegancia, misterio y profundidad. A lo largo de más de 70 diseños, el diseñador propuso un recorrido por las múltiples expresiones de este tono icónico, reafirmando su lugar central dentro del ADN de la casa.
Aunque por primera vez en dos décadas el diseñador no estuvo presente físicamente en París —por recomendación médica mientras se recupera en Milán—, su ausencia no empañó la intensidad del show. Armani siguió cada etapa del proceso de forma remota, guiando a su equipo con la misma atención al detalle que lo caracteriza. El resultado fue una colección absolutamente fiel a su estética, donde cada prenda evidenciaba su mano experta.
La propuesta comenzó con siluetas suaves y envolventes, trabajadas en terciopelo, satén y gasa, con sutiles acentos en azul profundo y verde esmeralda. A medida que el desfile avanzaba, las formas se volvían más estructuradas y esculturales: chaquetas entalladas llevadas directamente sobre la piel, smokings reinventados, blusas cortas de aires masculinos y faldas vaporosas que equilibraban fuerza y delicadeza. Detalles como bordados brillantes, apliques de cristal y transparencias aportaron matices luminosos al negro dominante.



Fiel a su visión, Armani volvió a plantear el cruce entre lo masculino y lo femenino, sin caer en exageraciones. La sobriedad fue la clave: una elegancia contenida, donde la teatralidad se insinuaba más en las texturas y los cortes que en lo evidente. El desfile cerró con una serie de vestidos de noche que parecían flotar sobre la pasarela, confirmando que, para Armani, el negro nunca es ausencia, sino presencia absoluta.



