Cuando el lujo se baja del pedestal
Las sandalias ortopédicas, conocidas como “dad sandals”, están lejos de ser una novedad, pero cuando Hathaway las lució en medio del rodaje de la posible secuela de El Diablo Viste a la Moda, el gesto tuvo otro peso. ¿Una editora de moda ficticia usando calzado funcional y urbano? El contraste es jugoso. Y el mensaje es claro: la comodidad no está reñida con el estilo.
Su look: un top blanco básico, un chaleco sin mangas en negro, una falda de jean deshilachada hasta los tobillos y las ya famosas sandalias de doble velcro con suela chunky. Todo el conjunto grita autenticidad y redefine lo que consideramos bien vestido.

La era del ugly-chic ya no es ironía, es identidad
La moda de 2025 se encamina hacia una reivindicación total del anti-glamour: zapatos de abuela, mules exagerados, zapatillas tipo trekking, crocs elevados. Lo que antes se burlaba hoy se aplaude. Y si Chanel está involucrado, no se trata solo de una tendencia, sino de un reposicionamiento cultural: lo que antes era “feo” ahora es fashion-forward.
Lo que estas sandalias proponen es una ruptura con la exigencia estética de lo femenino tradicional: el taco alto, el zapato puntiagudo, la incomodidad como sinónimo de belleza. Hathaway, sin estridencias, dice: yo me bajo de eso, pero sigo siendo icónica.
Más allá de Anne: ¿por qué este fenómeno está en auge?
1. El lujo relajado como nueva aspiración: ya no se trata de ostentar, sino de mezclar marcas de alta costura con prendas cotidianas, hasta normcore. Una Chanel puede usarse como Birkenstock.
2. La nostalgia noventera: estos modelos remiten a las sandalias que usábamos en los 90s para ir al parque o al shopping. Hoy vuelven con otro valor: el de ser diferentes en un mar de sneakers repetidas.
3. El auge del bienestar: comodidad, funcionalidad, descanso corporal. Las mujeres ya no quieren sufrir por verse bien. El estilo del futuro se adapta a tu vida, no al revés.
Cómo llevarlas (y no fallar en el intento)
• Combinadas con faldas largas, denim o lino, logran ese efecto “sofisticado sin esfuerzo” tan buscado en redes.
• Si preferís algo más edgy, sumales un blazer oversized o un vestido romántico para jugar con los contrastes.
• Evitá los looks deportivos: la clave de estas sandalias está en sacarlas de ese contexto.
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Un mensaje silencioso, pero potente
Lo que hizo Anne Hathaway no fue solo una elección de vestuario; fue una afirmación estética: una mujer puede tener poder, estilo y presencia sin subirse a ningún taco. Y más importante aún, puede hacerlo con gracia y sin pedir disculpas.
Este tipo de decisiones —visualmente simples pero simbólicamente fuertes— son las que están reconfigurando el mapa de la moda contemporánea. Porque si algo aprendimos desde el boom del street style y la democratización del lujo, es que la autenticidad vende más que cualquier etiqueta.
En conclusión
El 2025 trae una moda más libre, real y cómoda, donde el estilo se construye desde la elección personal, no desde el deber ser. Las sandalias feas son solo un síntoma. Lo importante es lo que dicen quienes se animan a usarlas. Anne Hathaway lo entendió. Y nosotras también.