Hay carteras que se vuelven tendencia. Y después está la Fendi Baguette: la cartera que inventó el concepto de it-bag, que protagonizó episodios de culto en Sex and the City, que transformó la forma en la que el lujo dialoga con la cultura pop y que, más de 25 años después de su lanzamiento, sigue siendo tan relevante como el día en que Silvia Venturini Fendi la creó.
La Baguette no es solo un bolso; es un gesto. Una actitud. Un accesorio que encapsula la idea de llevar el lujo bajo el brazo, sin esfuerzo, como quien camina por París sujetando una pieza de pan recién horneada. De ahí su nombre, claro. Pero también de ahí su magia: es un bolso pequeño, directo, sin pretensiones, que nunca pidió permiso para convertirse en un ícono.
El origen de un ícono
Lanzada en 1997, la Baguette irrumpió en un momento en el que el lujo aún se movía con pasos más formales. Silvia Venturini Fendi quiso crear algo completamente distinto: un bolso que no necesitara ser práctico para ser deseado, uno que celebrara la personalidad antes que la función. El resultado fue explosivo: más de mil versiones creadas hasta hoy, cada una reinterpretando ese espíritu irreverente y sofisticado.

Carrie Bradshaw: la embajadora inesperada
Todo cambió cuando la Baguette encontró a su cómplice definitiva: Sarah Jessica Parker en la piel de Carrie. Esa Baguette púrpura con lentejuelas se convirtió en un fenómeno cultural que catapultó el bolso a la estratosfera del deseo global.
“It’s not a bag. It’s a Baguette” se volvió mantra, meme, declaración de estilo y prueba de que una cartera podía definir un personaje… y una generación.
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El renacimiento contemporáneo
En los últimos años —entre colaboraciones con Marc Jacobs, ediciones especiales con Tiffany & Co. y versiones reimaginadas para nuevas audiencias— la Baguette reafirmó algo esencial: no es nostalgia, es vigencia.
Hoy su silueta minimalista convive con texturas maximalistas; su espíritu urbano dialoga con detalles de alta artesanía; su formato compacto se adapta a una era donde la moda es cada vez más visual, más inmediata, más emocional.
La Baguette no envejece. Evoluciona.


Por qué sigue siendo relevante
- Es coleccionable, pero también usable.
- Es histórica, pero siempre contemporánea.
- Es lujo, pero sin solemnidad.
- Es parte del archivo, pero vive en el street style global.
La Baguette no necesita demostrar nada: ya lo hizo todo, y aun así se reinventa.
Las favoritas de Revue Prive
Te dejamos una selección de Baguettes imperdibles para ilustrar la nota:
- La clásica en cuero liso.
- La icónica de lentejuelas (sí, la de Carrie).
- Las versiones bordadas artesanales.
- La colaboración con Marc Jacobs.
- La edición Tiffany Blue.
- Las Baguettes mini, el nuevo capricho viral.


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